Esta es otra de esas recetas, típicas del día de los santos. Se pueden rellenar con infinidad de sabores,yo todavía no me he atrevido con ninguno mas, solo con nata y crema pastelera, con estas cantidades salen 35 mas o menos, dependiendo el tamaño:
- 200 ml de agua.
- 50 ml de leche.
- 150 g de harina.
- 100 g de mantequilla.
- 4 huevos medianos y 1 clara.
- pizca de sal.
Ponemos en un cazo; el agua, la leche, la mantequilla, y la pizca de sal, y llevamos a ebullición.Echamos la harina toda de golpe con cuidado de no quemarnos y removemos enérgicamente con una cuchara de palo para que se mezclen todos los ingredientes bien. Dejamos atemperar un poco la masa, y cuando estén se van incorporando los huevos uno a uno. No añadimos el huevo siguiente hasta que el anterior este bien integrado y de la consistencia que vaya cogiendo la masa dependerá si echar un huevo mas o no. No tiene que quedar muy liquida, ni muy espesa, que al cogerla con un cucharón y alzarlo acabe cayendo despacio.
En una sartén profunda o cazo ponemos aceite a calentar pero no tiene que humear, sino se quemaran por fuera y no se harán por dentro, y con dos cucharillas, una para coger la masa y la otra para empujarla a la sartén, se van haciendo los buñuelos. Si esta bien hecha la masa se darán la vuelta solos, se fríen bien hasta que inflen y cojan color y se van retirando a una fuente con papel para que absorba el aceite restante.
Una vez fríos ya se pueden rellenar de lo que se desee y adornar con azúcar glasé.
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